2007 : Año Polar Internacional

  Sesenta naciones participan en el año polar internacional, puesto bajo la égida del consejo internacional para la ciencia y la organización internacional del tiempo.

  Estudiar la biodiversidad genética aparece entre los asuntos definidos en el nivel internacional. La modificación de la biodiversidad es de hecho una pregunta importante, especialmente dentro de un área considerada hoy como grandemente estando implicado en equilibrios planetarios. En este marco científico, la asunción siguiente no se propone: la contaminación posible de la flora local por las construcciones genética obtenidas en laboratorios con la ingeniería genética. Tales construcciones son insertadas por transgenesis en las plantas que originan de climas más moderados, y por lo tanto no supuestas para interferir con la flora ártica..
  Sin embargo, al lado de maíz, de soja, de colza y de cosechas transgenic, existe hoy una versión modificada de una de la planta forrajera cultivada del mundo: la alfalfa. Los mercados firmes Monsanto los alfalfas J101 y J163 que son tolerantes a un herbicida (gliphosate). La población natural del Medicago falcata resiste frío, y crece más allá del círculo polar. A pesar de la distancia que separa los alfalfas OGM de su forma salvaje polar, la probabilidad que el polen se transporte en la atmósfera no es nula, según lo demostrado en las medidas del verano 2006**.
  Además, el concepto de la "transferencia horizontal" entre diversa especie, mediado en detalle por los bacterias de tierra, se descuida a menudo en el estudio de los flujos del gene* del origen transgenic. Si el polen de cualquier planta OGM fue encontrado en la tierra de un área ártica, su código genético modificado se podría absorber por una bacteria conocida como rhizobium, que está en simbiosis con las plantas leguminosas tales como la alfalfa. Bajo ciertas condiciones, raras pero no inverosímiles, esta bacteria podía entonces transferir el código genético modificado hacia la planta.